La vieja guardia
Esto lo escribí hace 6 años. Sí. Seis. Y re visitando y con una leve edición, sigue exactamente igual (o al menos, muy pero muy similar): CMO's que no quieren arriesgar nada y viven esperando lanzarse de cabeza a digital.
Sonríe mucho. Y suele hacer muchas promesas. Habitualmente, grandes. Muy grandes. Te habla de ser digital. De la importancia de que su marca haga activaciones modernas y deje atrás la forma atávica de comunicar. De entrar a distintas redes sociales. De anticiparse a la competencia e innovar. Se ve entusiasmado(a). Y se va a su oficina. Pide presupuestos, ideas, miradas de cara al futuro. Sacude áreas completas. Se junta con agencias de todo tipo y consultores. Se ve decidido(a). Y pasa el tiempo. Llega la gran campaña y a la hora de ejecutar, usa la misma frase: “No es el minuto”. Y vuelve a lo que sabe. Zona de confort, donde se siente seguro. Televisión. Vía Pública. Y algo en digital. Pero apostando por llenar todo de piezas y banners. No de contenido excepcional. No es su culpa. Para nada. Siempre lo ha hecho así. Misma fórmula. Por qué arriesgarse ahora. Por qué mejor no seguir anclado en la seguridad y repetir. La fórmula es, en apariencia, segura. Ese perfil de CMO enclavado en el tiempo es el que podría estar dañando tu marca. Silenciosamente. Y lo más divertido: aún no te diste cuenta. Mientras tanto, siguen hablando de transformación digital. De la pandemia. De cómo ahora todo se va digitalizar. A cambiar. Ahora, no todo es negativo. Estamos empezando a ver casos de CMO’s (Eduardo Pooley en BCI, Serge De Oliveira en AFP Modelo) que vienen desde digital con una mirada más holística y dándole toda la importancia y peso que tiene.